Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta entre el 2% y el 6% de la población general sin diferencias de género. Por lo general, comienza entre los 15 y los 35 años, pero puede ocurrir a cualquier edad. La forma más común de psoriasis es la placa, que puede afectar cualquier parte del cuerpo, pero las localizaciones más frecuentes son el cuero cabelludo (>50%) y las uñas (30-50%). El grado de gravedad depende del porcentaje del cuerpo afectado y del eritema, grosor y escamas presentes en el área afectada. Puede ocurrir con o sin prurito. Existen una serie de desencadenantes internos y externos que pueden tener un impacto directo en el inicio y desarrollo de la enfermedad, como predisposición genética, condiciones climáticas (humedad, frío), estrés emocional, traumas mecánicos, infecciones, el consumo de ciertos medicamentos o la concomitancia con otras patologías (hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares o diabetes mellitus). Debido a sus manifestaciones clínicas, la psoriasis puede tener un gran impacto en la calidad de vida del paciente. Los objetivos básicos del tratamiento son reducir el grosor y extensión de las placas, disminuir la inflamación y reducir la descamación, junto con proporcionar una hidratación tópica adecuada y emoliente y asegurar el período más largo posible sin síntomas. En general, la forma leve tiende a responder a medidas tópicas, mientras que la forma moderada requiere tratamientos de fototerapia. El tratamiento de la forma grave es más complejo y a menudo requiere medidas sistémicas.
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