Piel Frágil y Vulnerable

La piel frágil, vulnerable o distrófica se caracteriza por sequedad o xerosis cutánea, atrofia, debilidad y renovación celular lenta. Además, suele ir acompañada de picazón, enrojecimiento, descamación y lesiones por rascado. Las áreas más comúnmente afectadas del cuerpo suelen ser el escote, el antebrazo, el dorso de las manos, el dorso de los brazos y las piernas, y la zona pretibial; todas ellas muy accesibles para rascarse debido a la picazón generada por la sequedad cutánea, lo que aumenta el número y la gravedad de las lesiones. Este cuadro clínico es común a diferentes condiciones o patologías. DERMATOPOROSIS La dermatoporosis es un síndrome de fragilidad e insuficiencia cutánea crónica, caracterizado por una extrema atrofia de la piel, una disminución estructural y una tendencia significativa a las laceraciones y traumatismos. Se estima que alrededor del 50% de la población entre 60 y 70 años se ve afectada por esta condición. DIABETES La diabetes mellitus (33% de la población) con frecuencia causa cambios fisiopatológicos en la piel, afectando a más del 30% de los pacientes afectados por la enfermedad. La xerosis, picazón, fisuras en la piel, estas manifestaciones podrían representar la primera etapa del proceso de ulceración. Debido a que los procesos de curación y reparación del tejido están alterados junto con una disminución de la circulación tisular, la progresión de las úlceras y la superposición de infecciones bacterianas resistentes a la terapia pueden convertirse fácilmente en crónicas y volverse gangrenosas, lo que a veces lleva a la amputación de extremidades. Por lo tanto, este cuadro clínico debe abordarse desde el punto de vista de la prevención y el cuidado de la piel. La corrección de la xerosis y otras alteraciones cutáneas mediante tratamientos cutáneos específicos es de gran relevancia para la salud y el bienestar del paciente.
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